31 de Julio de 2010, Monterrey, N.L
C.Rodrigo Medina de la Cruz
Gobernador del estado de Nuevo León
Venimos a entregarle un mensaje de parte de los bosques de este Planeta y a recuperar la voz de la tormenta Álex.
Todos los seres vivos formamos parte de una magnífica orquesta. Usted, nosotros aquí en la plaza, cada uno tiene un instrumento para alimentar la música de lo humano. Esta mañana estamos aquí para decirle, Gobernador, que no olvide que Usted pertenece a la familia de lo humano, que nos unen lazos de vida y no de metal. Que los bosques responden a nuestra música con sus aromas, con aire limpio y agua para beber.
Usted sabe que hemos esgrimido todos los argumentos científicos y políticos en defensa del bosque La Pastora. No podemos negar que nos sorprende que estas razones no sean suficientes para que un gobernador rechace un proyecto que agrede elementos vitales para la vida en comunidad, como los espacios públicos y el medio ambiente sano.
Algo estamos haciendo mal, gobernador. Nuestro modelo de desarrollo está generando más pobreza. Las montañas se explotan a cielo abierto, dentro de la Ciudad. A los ríos les hemos negado el agua cristalina. Los pájaros de la Ciudad ya no tienen ramas donde esperar el atardecer, ahora los vemos sobre cables y anuncios panorámicos. Los niños y las niñas están creciendo en un espacio sumamente hostil al que la mayoría terminará sumándose.
No hay quien sea capaz de explicar por qué el gobierno regala a una de las empresas más ricas del País un predio valiosísimo en términos ambientales para construir una gigantesca mole comercial. Fincar en la Pastora el nuevo estadio de Los Rayados sólo abonará a este clima de violencia que hemos desatado contra la naturaleza y la ciudad. Mudar el proyecto de sede no compromete los beneficios económicos que éste pueda generar, pero además, moverlo a un espacio en depresión que necesite un detonador económico para regenerarlo sería la mejor manera de construirlo. ¿Por qué no llevarlo a zonas abandonadas, por qué no construirlo sobre algún relleno sanitario? Esa sería la mejor manera de regenerar espacios urbanos y transformar el proyecto en sustentable.
Es absurdo encontrarnos discutiendo en pleno 2010 sobre si construir o no un estadio sobre un área pública en donde debiera regenerarse un bosque. Observémonos. Nuestro debate envía tristes señales de que desgastamos nuestra energía discutiendo sobre algo que no debiera siquiera plantearse. Usted sabe que esto que pretende hacer la empresa FEMSA no podría suceder en ningún otro País desarrollado. Los mismos holandeses han demostrado su rechazo tajante al proyecto. Desconocen a su empresarios, que serían incapaces de hacer en Europa lo que pretenden hacer aquí, con nuestro patrimonio natural.
Pero en últimos términos, el peor desgaste es debatir con la fuerza de la naturaleza que ya habló durante los días de la tormenta, advirtiendo que es necesario que esta ciudad de concreto reserve zonas de filtración y recuperación de agua. Usted sabe que los vecinos del sector La Pastora no sufrieron destrozos como en otros sectores aledaños al Río La Silla porque el predio funcionó como un escudo protector. ¿Por qué el empecinamiento de ganarle una discusión a la naturaleza?
Señor Gobernador, no suscriba el título de concesión. El plazo para hacerlo está próximo a vencerse. La historia lo condenará o lo honrará por la defensa personal que hiciera del futuro de las próximas generaciones, del patrimonio del pueblo de Nuevo León y del ecosistema que hoy todavía goza habitar en La Pastora y en el Río La Silla.
Termine ya esta discusión absurda. Ponga el punto final al estadio en La Pastora.
Sí al estadio, pero en otro lado.
Colectivo Ciudadano en Defensa de la Pastora
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