martes, 18 de enero de 2011

¿Doy más cuando soy Rayado? | Antonio Hernández.


Luego de la visita del club de fútbol Rayados de Monterrey a Los Pinos donde estuvieron con Felipe Calderón, convivieron con el personaje y posaron para la toma de una fotografía. Enseguida de las felicitaciones por el campeonato ganado por el club en el torneo reciente, Calderón hizo recomendaciones para que los jugadores participaran en labores sociales como aporte del club en las medidas contra la violencia vigente en la comunidad.

El club recibió sugerencias auspiciosas, y que pueden ser de efecto significativo en la población. Y es que el impacto de una convivencia de jugadores con infantes o jóvenes con afición al fútbol (son miles) es de no despreciarse. Tengo presentes convivencias con jugadores como Mario Souza Mota Bahía (verdugo de Los Tigres), Xalapa Ortega, Jesus El Wama Contreras, Francisco Javier El Abuelo Cruz, o Reynaldo Gueldini (el más potente disparador que me ha tocado conocer, porque solo le faltaba romper la red). Estas fueron por la década de los ochenta, en aquellas desaparecidas canchas del río Santa Catarina, durante convivencias que organizaba la Pandilla del Cerro de la Silla. Para no olvidarse esas tertulias futboleras.

Asuntos así les recomendó Calderón que hicieran en las colonias de Nuevo León. Es buena la observación del impuesto presidente, aunque seguro no sabe que el club campeón tiene una importante vinculación con causas sociales, porque tienen campañas con el DIF, Cáritas, Cruz Roja, entre otras organizaciones. El trabajo de los Rayados en el tema es para hacerse notar, y el equipo lo describe como una manera de dar sustentabilidad a la institución deportiva. Doy más cuando soy Rayado se llama la campaña del club donde se insertan las actividades.

Por ello es de no entenderse la postura del club y las empresas que lo administran. Si FEMSA decidiera mover de sitio la ubicación del nuevo estadio en La Pastora, estaría en plena sintonía con las observaciones de Calderón, tendientes a la utilización de los espacios públicos en beneficio de la comunidad, y no para el disfrute y negocio de una minoría empresarial.

Con sus campañas sociales Rayados presume de sustentabilidad, pero ese discurso choca con las actuaciones para lograr a cualquier costo la construcción del nuevo estadio en una zona de condiciones naturales importantes, y al interior de un área natural protegida.

Un club campeón, con el mejor preparador físico, mejor técnico, mejor defensa central y medio defensivo, además del mejor jugador y delantero (Chupete), en suma, el indiscutible y arrollador campeón, no puede promover la construcción de un estadio en abierta contradicción con las mínimas normas de respeto al ambiente, de los derechos de la comunidad, y al destino básico de beneficio comunitario que deben tener todos los espacios públicos, como el ubicado en la zona de La Pastora. De mantener su postura e imposición, le añaden al prestigio y logros del club una mancha agraviante que nunca podrá ser revertida.

Ojalá que la convivencia con Felipe Calderón sea para bien, y el club y sus administradores tomen de buen grado las recomendaciones del personaje. Ya el campeonato anterior de Rayados en el 2009 fue utilizado para relanzar la iniciativa de construir el estadio en la zona de La Pastora, con buen resultado para los intereses invasivos de FEMSA. El reciente campeonato y los premios recibidos pueden ser un nuevo impulso para apoyar la iniciativa de nuevo estadio. Esperemos lo sea, pero con criterios responsables que se reflejen en un nuevo sitio para la obra, dejando para mejor destino la zona de La Pastora y sus valores naturales de por si ya amenazados por la imparable urbanización.

Antonio Hernández.

t608138@gmail.com