jueves, 11 de agosto de 2011

Mejor bájale a tu coraje [15diario.com]

Publicado el 11 de agosto en 15diario.com

Por: Claudio Tapia
11 Agosto 2011

San Pedro Garza García.- Mira, ciudadano indignado por el crimen ambiental y el despojo patrimonial cometido al permitir la destrucción de un bosque público para que se construya un estadio privado, mejor bájale a tu coraje.

Recuerda que el que se enoja, pierde.

─ ¿Y si no me enojo?

─ Pues de todos modos pierdes, pero tu serena inconformidad, convertida en tibio reclamo, permitirá a los voraces empresarios en contubernio con las obsequiosas autoridades seguir con la privatización de los pocos espacios públicos que aún quedan, sin escándalos ni desprestigios.

Esa es la conveniente consigna de los que se sienten dueños del país que, con frases hechas y lugares comunes, intentan impedir que recuperemos nuestra capacidad de indignación.


Pero en Monterrey las cosas empiezan a cambiar, ahora sabemos que ninguna democracia podrá controlar los abusos del implacable poder económico empresarial asociado con el poder político, si el miedo, la apatía y la resignación caracterizan a una comunidad humana convertida en rebaño. Así que, ciudadanos de Nuevo León, recuperemos la capacidad de indignación si queremos que las cosas cambien.

¿Cómo permanecer sin alterarse, sin alzar la voz, en una entidad donde se destruye la naturaleza, decae la calidad de vida y el imperio dominante es el dinero? En casos como éste, en el que la autoridad responsable de cuidar el medio ambiente permite que se construya un estadio que devastará a un bosque, indignarse es un deber moral y una muestra de civilidad.

Existe una enfermedad del espíritu: el mal de la indiferencia ciudadana, dijo Saramago. Y cuidado, porque es esa deficiencia moral la que impide la indignación espontánea, legítima, auténtica. Es por eso, porque no podemos permanecer indiferentes, que el Colectivo Ciudadano en Defensa de la Pastora hace un llamado a la ciudadanía a demostrar, de manera pacífica y respetuosa, el justificado enojo cívico.

Convocamos a demandar, con coraje, que se adecente la vida pública. Porque alzar la voz para manifestar la legítima indignación no es irrespetar, es hacerse escuchar, es lograr que la denuncia se oiga clara y fuerte en toda la nación.

El enojo ante el inmoral desvío de funciones y el delictivo abuso de poder indica el tono de un reclamo que, de ninguna manera, incita a la violencia.

Pedir a gritos la renuncia de un oscuro personaje de la burocracia, como lo es Brenda Sánchez, delegada de Semarnat, es la correspondiente respuesta de las víctimas de la violencia ejercida, con sonrisas y en voz baja, por la obediente servidora pública que faltó a su deber de hacer que las leyes ambientales se cumplan.

Contrario a lo que nos quieren hacer creer, la expresión del coraje ciudadano reduce las posibilidades de que surja y se generalice la violencia cuando es oportunamente atendido, máxime cuando las causas que lo originan se mantuvieron soterradas largo tiempo, como ocurre en Nuevo León.

Si la ciudadanía hubiera manifestado su coraje ante las primeras evidencias de desgobierno y hubiera sido atendida en sus reclamos de seguridad, otro gallo nos cantara, pero pocos, muy pocos nos enojamos. La mayoría, calladita se vio más bonita y las autoridades, que se sintieron respetables, siguieron actuando igual, y ahí están los resultados.

Por eso, para que no nos vuelva a ocurrir, alzando la voz, debemos exigir que cese el atentado ambiental y social en el Bosque La Pastora. Denunciarlo con murmullos y tibias insinuaciones nos convertiría en cómplices de la indignante miseria que queremos impedir.

El mensaje publicitario, el discurso oficial y el elaborado sistema de disuasión mediática gubernamental y empresarial, están diseñados para que perdamos la capacidad de indignación y sometidos, resignados, aceptemos que todo siga igual. Pero esta vez no lo lograrán. El creciente repudio ciudadano ya se está manifestando.

Cansados de la histórica cadena de despojos de nuestros bienes comunes, ya no aceptamos que nos asesten un eslabón más. Se trata del último bosque con un río con agua continua que nos queda y lo vamos a defender. Apropiárselo para destruirlo con la complacencia de las autoridades a quienes pagamos para impedir que eso ocurra, sí que es una falta de respeto y un acto de violencia. ¿Quién le falta al respeto a quién? ¿Quiénes son los violentados?

Por eso pedimos, con voz clara y fuerte, estimulados por los conciudadanos que cada día se suman al enojo cívico, la renuncia de la delegada de Semarnat, Brenda Sánchez, cuya ineptitud y mala fe quedó exhibida durante la lamentable actuación que culminó con la emisión de su arbitraria e ilegal resolución el viernes por la noche en que desapareció.

Sí al estadio, pero en otro lado.

claudiotapia@prodigy.net.mx



Fotos del 8 de agosto. Integrantes del Colectivo Ciudadano en Defensa de La Pastora acudieron a una cita que tenían con la delegada de la Semarnat en NL Brenda Sánchez, pero ésta no los recibió. Luego de insistir en su presencia lxs asistentes optaron por dejar sus mensajes escritos en las oficinas




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