miércoles, 17 de marzo de 2010

Sobre las minorías



por Ximena Peredo

Con agradecimiento y admiración,
a la Comunidad LGTB, por su ejemplo.

Todos formamos parte de alguna minoría, aunque algunos no quieran asumirlo por temor a parecer débiles. El concepto se ha entendido como “los muy pocos” , “los perdedores” o “los amolados”, pero esto sólo evidencia cómo entienden algunas personas desde el pensamiento hegemónico a la diversidad: quien no piensa o no vive como yo, forma parte de una minoría.

José Antonio Fernández desprecia la movilización social que pugna porque el nuevo estadio del Club Monterrey no sea financiado con recursos públicos ni en un espacio que debiera albergar un bosque. Por preferir que en las 25 hectáreas que exige para su estadio y su macro estacionamiento se rehabilite la vida de un ecosistema, hemos sido tachados por él como “una minoría ruidosa”. Tengo que decir que discrepo. Creo que la mayoría de este planeta sufre de una gran tristeza ante la pérdida de futuro. Las mayorías observan con terror los cambios que presentan las estaciones del año, las extremadamente altas o bajas temperaturas en el ambiente, las furiosas precipitaciones, el desgarramiento de los polos. Las mayorías sufren las consecuencias de tener gobiernos supeditados a códigos mercantiles. A esa mayoría pertenecemos.

Si queremos hablar de verdaderas minorías, hablemos de los muy pocos que se han enriquecido explotado irracionalmente los recursos naturales que pertenecen a todos. Quienes ostentan el poder son incapaces de verse como la minoría que son. Se dedican a gobernar el “mundo” sin el pueblo, por eso se equivocan, por eso pueden generar tanto daño.

El movimiento lésbico, gay, transgénero y bisexual (LGTB) fue por muchos años considerado una minoría. Si habláramos de “minorías ruidosas” tendríamos que hablar justamente del colectivo LGTB, cuyas “ruidosas” demandas fueron poco a poco sensibilizándonos sobre la incondicionalidad de sus derechos. El día de hoy las cosas han cambiado. En el Distrito Federal se han consumado bodas entre personas del mismo sexo que sólo una minoría intolerante repudia. Los papeles se cambiaron. Lo que fue considerada la lucha de un pocos, se convirtió en una exigencia social.

Por eso este movimiento es un referente imprescindible para quienes luchamos hoy por concientizar a nuestra comunidad sobre el derecho que tenemos a vivir en un ambiente sano y sustentable. Las “minorías ruidosas” despiertan y despertarán a quienes prefieren negar la realidad. Celebro la existencia de estos movimientos de conciencia, creativos e independientes cuya fuerza es la certeza, la solidaridad y la voluntad.

El Colectivo Ciudadano en Defensa de la Pastora puede parecer minoritario, pero pronto dejará de serlo. La razón no es un asunto de conteo de votos, la democracia –lo hemos visto- es falible, no pertenece ni a las mayorías ni a las minorías, la razón es un rocío que la historia convierte en lago. El tiempo es un juez inclemente y en el caso que nos ocupa no demorará en dictar sentencia.

5 comentarios:

  1. Muy desafortunadas y hasta increibles las declaraciones del Señor Fernandesz. En mi humilde opinión, creo que en los lugares del mundo donde más se respeta la ecología es en donde existe un nivel cultural alto. Siguiendo con el tema de las minorías, en México, desgraciadamente el nivel cultural y educativo es pobre. Sólo la minoría (gente con recursos) tiene acceso a un nivel educativo competente en un entorno global. Podría decir (lo supongo) que la gran mayoría de la gente que apoya el estadio en la pastora es gente que no entiende el por qué el estadio no debe construirse ahí. Como hipnotizados por la flauta de Hamelín van siguiendo a Femsa, a Don Robert y a Medina e Ivone, esto sin mencionar que algunos ni hipnotizados están, son más bien paleros con intereses ocultos. Los opositores serán los menos, pero esto no significa que estén equivocados en su lucha por que la razón, la lógica y lo legal imperen. La mayoría está perdida, sea por su nivel cultural, por falsos profetas de negocios o por charlatanes que buscan patrocinios cerveceros eternamente. En un país como México, las minorías significan cambio, la tarea de hacer entender a la mayoría que se equivoca es labor de los primeros. Los segundos son carne de cañón de otra minoría (Super potente) maquiavélica como la clase política en este país. Es la triste realidad así es que minorías, hay mucho por hacer.

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  2. Apoyo esta carta, muy bien dicho! Estoy de acuerdo con el comentario de Lacho. Es una desverguenza desestimar la opinión de quienes, si esperar ningún beneficio personal, defienden la propiedad de todos. Debería el Sr. Fernández recapacitar, poner de lado el interés mezquino, y en vez buscar hacer algo "sin fines de lucro" que no parezca todo lo contrario.

    Yo, por lo pronto, no vuelvo a comprar en el Oxxo, ni a tomar Indio, Tecate y Carta Blanca, aunque me gusten mucho y me parezcan excelentes cervezas.

    Que tristeza que la cia. emblemática de la ciudad parezca estar por arrasar este hermoso parque, para convertirlo en un mole de asfalto, acero y concreto.

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  3. Excelente nota Ximena, coincido con lo que haz dicho, resulta que las "minorias" puedan hacer más que las mayorias que solo ven y se quedan esperando a ver que pasa. Lucharemos hasta el final, por mi parte asi será (:

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  4. Mayoria silenciosa, es la que no se queja,no denuncia,no alza la voz, la agachona,no habla por miedo,indiferencia o valemadrismo.La que les conviene a los ricos abusivos,politicos rateros y mentirosos, a falsos lideres, a policia corrupta y delincuentes; porque gracias a ellos pueden hacer los q les plazca. Esa mayoria ... silenciosa que es complice de todos los responsables de que México este pobre, atrasado e injusto.

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  5. Estoy bien de acuerdo con ustedes. Yo hace algunas semanas que ya no compro en oxxos ni tomo cervezas "de la casa", que por muy locales que sean, no tienen derecho a pisotearnos así a todos.
    Tal vez no sea mucho, pero tampoco es nada: es algo, es lo que yo puedo aportar, y cuenta!

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