Carta abierta al presidente de Heineken Francia, el señor Marc Busain.
Estimado señor Busain,
Puede ser que las noticias del norte de México no le lleguen a usted, y entonces me permito hacerle un breve resumen.
Hace dos años, la ciudad de Guadalupe, en la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León, México, dio un terreno a la empresa FEMSA (un gran distribuidor de bebidas gazeosas y de cervezas), para que construyera ahí un estadio nuevo de futbol para el equipo local, los Rayados. Es necesario decir que este equipo acaba de ganar dos veces seguidas el campeonato nacional. Las expectativas son, evidentemente, enormes.
El único problema es que este terreno se encuentra en el bosque de La Pastora, un lugar público y último pulmón verde en la asfixiante zona urbana de Monterrey. La Pastora es un parque natural dentro del cual corre un hermoso río, La Silla. Muchas especies son endémicas de éste lugar, por ejemplo el acocil regio, Procambarus regiomontanus, un pequeño cangrejo de río que se encuentra actualmente amenazado por la deforestación y la destrucción de su medio ambiente natural. Es también el caso de numerosas aves y de reptiles.
Desde el anuncio de la construcción del estadio, un colectivo ciudadano se ha organizado para hacer oposición a los intereses de FEMSA, para preservar La Pastora. Con Sí al estadio pero en otro lado, la línea es la misma desde el inicio: muchos lugares podrían ser utilizados para la construcción de un nuevo estadio, ¿por qué hacerlo en La Pastora?, ¿Por qué masacrar cientos de árboles y de vidas animales?
Ante esto FEMSA no contesta nada, pero continúa en su lógica de destrucción, queriendo sacrificar todo un ecosistema a cualquier precio: un río y un bien público a cambio de unos cuantos hectolitros vendidos en un espacio deportivo.
Por otra parte, un estudio realizado por una ONG holandesa, SOMO, ha demostrado claramente los riesgos que corre la zona metropolitana de Monterrey si La Pastora fuera destruida. Le dejo a usted mirar por sí mismo este reporte.
A pesar de esto, las retroexcavadoras han comenzado ayer (16 de septiembre) las primeras talas de árboles, y por primera vez en dos años, el ecocidio se vuelve realidad.
Todo esto podría inspirarle algún grado de empatía, si la empresa FEMSA no hubiera sido comprada en un 90% por el grupo Heineken, y si usted no tuviera, en consecuencia, ninguna responsabilidad en este drama. Debería usted sentirse doblemente consternado, tomando en cuenta sus declaraciones en el sitio web de Heineken Francia, donde usted declara: “¿Podemos buscar la productividad sin preocuparnos del impacto de nuestras actividades en el medio ambiente que nos rodea?”, y donde se despliega un pacto de Desarrollo Sostenible, en el que el primer punto es el de trabajar por el medio ambiente.
Me parecería coherente que se distanciara usted de este evento, para adoptar, más bien, una postura de oposición al ecocidio perpetrado por la empresa de la que usted es el representante en el territorio francés.
En caso de que esta noticia le resulte desconocida, le propongo darse una vuelta por el sitio del colectivo ciudadano en resistencia: Sí al estadio pero en otro lado para que pueda usted corroborar el comportamiento infame de sus asociados con respecto a una población entera; así como las ideas de esta población, a la que es necesario saber escuchar para crecer como empresa.
Cordialmente,
Olivier Deroche.
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