Urbanización del ANP La Pastora | Antonio Hernández.

Para Liz.

La construcción del estadio del club de futbol Rayados en la zona de La Pastora es un ejemplo más de la política ambiental del gobierno de Nuevo León, donde la gestión de las áreas naturales protegidas estatales es la motivación perfecta para justificar la urbanización de bosques, montañas y ríos.

El gobierno estatal y sus asociados privados hacen pública la declaratoria de un ANP, en este caso el Nuevo Parque Ecológico La Pastora. Enseguida simulan la celebración de una consulta pública para la formulación del programa de manejo en la que no se da real participación a las personas interesadas. En ese entorno apócrifo es donde el gobierno y FEMSA hacen el aviso de la construcción del estadio.

El gobierno estatal por un lado aparenta proteger el patrimonio natural de la comunidad con el decreto de protección de La Pastora, pero detrás y simultaneo viene el embate urbanizador del bosque, río, e infraestructura recreativa.

Con una antecedente como el del estadio, es de entenderse el deterioro ambiental evidente en las ANP´s estatales de la zona metropolitana. Ese quebranto tiene una tendencia en la que el escenario es la agudización de sus efectos, porque la planeación del crecimiento de la metrópoli en los próximos 10 años tiene orientación hacia los espacios naturales existentes, sin considerar las declaratorias de protección que los mismas poseen.

Inútil es la declaratoria de protección en La Pastora si esta se hace acompañada del anuncio de la construcción del estadio de fútbol en el área. Inservible es un ANP cuando el gobierno responsable de su adecuado manejo permite que al interior de la misma se proyecte la habilitación de infraestructura urbana que daña irremediablemente la calidad de los ecosistemas ahí existentes. Un defectuoso manejo de los ecosistemas patrimonio de la comunidad es el que exhibe el gobierno de Nuevo León.

No es la primera ocasión que el gobierno hace una intento de este tipo. La primera ocasión fracasada correspondió a la Reserva Natural Sierra de la Silla, cuando la administración estatal modifico la categoría de manejo y su programa respectivo, para tornarlos congruentes con la construcción de túneles y carreteras en el corazón de esa montaña. Es conocido el fracaso del gobierno de Nuevo León en su iniciativa urbanizadora, y el destierro político del principal impulsor de la misma.

Consciente de ese tropiezo, el gobierno se asocio con FEMSA, ahora bajo el esquema de los proyectos público privados, donde el gobierno aporta los terrenos para la construcción del estadio, la empresa ejecuta la construcción de la obra con todo el beneficio económico que el hecho conlleva, sin que la construcción que beneficia al club Rayados sea un proyecto de interés público demostrable, única situación por la cual se justifica el regalo-atraco de 260 mil metros cuadrados para FEMSA.

Es necesaria una reforma del sistema estatal de áreas naturales protegidas, donde se defina con claridad como objetivo prioritario la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad que contienen, dejando para ulteriores etapas, o de plano descartadas, las intenciones de urbanización de los espacios protegidos. Cuando una política de ese tipo sea llevado al campo de manera efectiva, proyectos como el estadio en La Pastora perderán su motivación de existir al interior de un espacio natural.


Antonio Hernández.
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