Monterrey, N.L. 22 de julio de 2011
Le preocupa a FEMSA el impacto
del medio ambiente sobre el estadio
del medio ambiente sobre el estadio
Tres ejemplos de este terrible mal entendido: FEMSA presenta suficientes estudios para probar que en una eventual tormenta o huracán el estadio no sufriría daños materiales. Plantea una serie de medidas de ingeniería hídrica muy elaboradas como la desviación de un arroyo superficial y el entubamiento de aguas subterráneas como si la única materia de interés fuera la protección a la inversión y no la protección a las viviendas aledañas a la zona. Hace un diagnóstico sobre el riesgo de una eventual inundación, subrayando la debilidad de la margen izquierda del Río La Silla y, sin embargo omite plantear el riesgo que conllevarían la construcción del estadio para la subcuenca y los servicios ambientales que provee a sus alrededor, así como el riesgo a la vida y al patrimonio de los vecinos aledaños al Río La Silla en la zona cercana a La Pastora.
El promovente calcula una visita de 9 mil vehículos privados en cada evento, y confiesa que pretende usar para estacionar casi 3 mil automóviles, las calles de las colonias aledañas. El estudio que plantea esta usurpación del espacio público no ofrece datos sobre los flujos de tráfico actuales. No plantea ningún estudio origen-destino de los automóviles que se mueven en el polígono Chapultepec-Eloy Cavazos. Con estas omisiones la empresa vuelve a demostrar su nulo interés en controlar los adversos efectos que traería su obra para los vecinos del sector.
FEMSA confunde conceptos básicos como suelo y tierra. Cree que hacerse cargo de la tierra que removerá es igual a mitigar la erosión del suelo. Este es un error que sólo puede comprenderse cuando existe un absoluto desconocimiento por parte del promovente de los servicios ambientales, las funciones ecosistémicas y los componentes estructurales del suelo.
Además FEMSA presenta inconsistencias graves en su documento al mencionar, por ejemplo, que sólo existen 40 especies de fauna en el polígono, cuando Parques y Vida Silvestre contabilizó 106 especies de fauna recientemente. FEMSA sólo menciona dos especies bajo protección especial, la dependencia gubernamental menciona ocho especies en estatus de riesgo, catalogadas por SEMARNAT dentro de la norma oficial de protección especial.
Sus acciones de mitigación y compensación por la remoción de vegetación y fauna de 19 hectáreas se reducen al plantado de 2 mil 68 árboles en la zona de estacionamiento; para colmo proponen para esta “acción mitigadora” especies exóticas y/o invasoras, que romperían el equilibrio del ecosistema.
FEMSA concluye que “el ecosistema cuenta con una relevancia ecológica alta, pudiendo soportar los impactos resultantes por la ejecución del proyecto con la implementación de las medidas necesarias”. Lo que confirma nuestra preocupación de que a la empresa promovente sólo le interesa que el ambiente soporte su obra y que ésta no se vea afectada por la naturaleza.
El estudio no ofrece los datos necesarios para analizar su impacto ambiental, por lo tanto, la SEMARNAT debe pedir información complementaria o rechazar el Manifiesto por tratarse de una obra que dañará irremediablemente un ecosistema en detrimento de la salud de los habitantes de la zona metropolitana de Monterrey, además de la pérdida de biodiversidad, patrimonio natural de Nuevo León. Los únicos beneficios de la obra son los económicos, que no se comprometen al mudar el proyecto fuera de la zona que presenta menores índices de contaminación de aire y ruido en la Ciudad. La Pastora es única y es vital. Podemos tener un bosque en La Pastora y un estadio en otro lado.
Colectivo Ciudadano en Defensa de La Pastora
www.sialestadioperoenotrolado.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario